
Es un trabajo que me gusta hacer. Implica estar en varios niveles de gestión y de forma, pero cuando tengo el tiempo lo disfruto… La danza es a lo que me dedico hace unos 20 años. Creo que sólo pensar en eso ya responde a la pregunta.
En el plano creativo y de ejecución hay un gran boom que nos enriquece a todos. En el plano institucional es muy pobre, pero es lo de siempre…
Sigo tratando de encontrar nuevas vías cómo bailarín y creador… Soy yo, no puedo dejar de serlo. Pero en mi camino me muevo todo el tiempo hacia lugares que me seducen por novedosos y otras veces por respeto.
Es la salida y la visibilidad a mucho talento que no es visible de otra forma.
Participé hace algunos años (15) como bailarín y coreógrafo, y mi paso me dio una preciosa experiencia, seguridad, y la suerte del reconocimiento de los premios. Más tarde estuve dentro acompañando a Laura en la preselección de todo el material que llegaba, y más tarde de jurado. Viví la imagen y las tripas y, aunque en los últimos años me he perdido las ediciones con mucha pena, hay un gran cariño al equipo y a lo que mueve.
Visibilidad, proyección, descubrimiento, referentes, soporte, ilusión…
Ya tiene muchos años y funciona muy bien… No hay nada más que aportar más que mucha energía para seguir con mucha salud.
Ganas de compartir.
Mi primer recuerdo es bailando en el círculo de Bellas Artes la pieza que hicimos Mónica García y yo tras ganar el premio. No sé por qué es el primer recuerdo, mirando el suelo y pensando en que tenía que tirarme a él.
GRACIAS. A mí el Certamen me ayudó a llegar a muchos lugares… a seguir.
Imagen de la izquierda: Daniel Abreu y Mónica García con la pieza "Mínimos"